En Colombia celebramos las hermanas la alegría de nuestra vocación comenzando este año con tres acomtecimientos muy especiales:
El primero: Nuestra hermana Lorena tomó hábito y empezó su noviciado. Todas nos alegramos con ella. Dios la bendiga y le conceda crecer en su vocación.
Nos dice nuestra Beata Madre Clara:
“Estas son las tres cosas que yo quisiera recomendarles mucho:
1. El agradecimiento perseverante por la gracia de la vocación.
2. ¡Vayan por el camino recto! Fíjense en las hermanas buenas y fieles.
3. ¡Déjense corregir! Nadie carece de faltas” (Madre Clara Fey, Conferencia, 5. 01. 1868).
El segundo: La profesión perpetua de nuestra hermana Clara María. Nada nos puede hacer más felices que decir sí al Señor con toda el alma y entregarle a Él nusestra vida con una confianza total.
“Mis queridas hijas, ¡cuántas gracias tenemos que dar a Dios por nuestra vocación! Él nos ha escogido para sí entre otras muchas que son mejores que nosotras, nos ha puesto a salvo del mundo y nos ha confiado sus predilectos, los niños, para que nosotras mismas procuremos educárselos. Seamos, pues, agradecidas y no ahorremos esfuerzo alguno en nuestra vocación. Alegraremos con ello su Corazón (Beata Madre Clara, Cartas, 1886).
El tercer motivo de gozo: la celebración de las bodas de oro de nuestras hermanas Marlynde, Rosa Helena y Rosa Inés.
Como decía nuestra fundadora, la Madre Clara, nos fijamos en nuestras hermanas buenas y fieles y celebramos con alegría gratitud nuestra vocación.
GRACIAS; SEÑOR